La higiene facial está pensada para cuidar la piel en profundidad y es un hábito fundamental para que tu tez siempre esté en perfecto estado, libre de bacterias, impurezas y lograr tener un cutis terso, liso y rejuvenecido.
Hay distintos tipos de higiene facial dependiendo del tipo de piel.
– Piel grasa: Es necesaria una limpieza más profunda por su exceso de sebo que obstruye los poros y al estar mas dilatados son más propensos a fijar la suciedad ambiental. Es aconsejable realizar una limpieza profunda mensualmente.
– Piel seca: Este tipo de piel se deshidrata fácilmente, porque carece de agua y de grasa, por lo que es muy importante cuidar la capa externa de la piel, manteniendo una hidratación en la dermis. Se recomienda realizar higiene profunda cada dos meses, para aumentar la eficacia de los tratamientos de hidratación.
– Piel mixta: Se recomienda utilizar productos que equilibren la limpieza en cada zona del rostro.
– Piel sensible: Se debe tener un cuidado muy suave al momento de limpiar el rostro, ya que son intolerantes a una gran cantidad de cosméticos en general y se puede dañar la piel si realizamos una higiene facial muy abrasiva. Se recomienda usar productos hipoalergénicos y sin ningún tipo de aroma.
¿Beneficios de la higiene facial?
Hay que tener en cuenta que siempre quedan residuos acumulados de maquillaje, ambientales …, por eso es conveniente cada mes realizar una higiene facial por centros especializados, los beneficios son:
Eliminar las impurezas de forma profunda.
Ayuda al proceso de regeneración celular.
Reduce el tamaño de los poros, desobstruye y los descongestiona.
Retrasa el envejecimiento, previniendo las arrugas.
Aumenta la hidratación de la piel.
Activa la circulación sanguínea, disminuye los signos de fatiga.
Maximiza la oxigenación y minimiza la oxidación de la piel.
¿Con que frecuencia debes tener una limpieza facial profesional?
Lo ideal es realizar una limpieza profunda una vez al mes, o como mucho cada 2 meses, todo dependerá del tipo de piel.